¿Quién cremó a Pérez Gavilán; borró huellas?

DETRÁS DE LA NOTICIA- Alfredo Martìnez de Aguilar

A propósito de las Fiestas de los Muertos un aspecto poco observado por el común de la gente es que desde el punto de la investigación científica en materia criminológica y criminalística los muertos no mueren del todo e, incluso, los asesinados hablan y exigen justicia.

Es el caso concreto del ex Subdirector de Administración y Finanzas de la Secretaría de Salud y de los Servicios de Salud de Oaxaca, Rafael Pérez Gavilán Escalante, ejecutado en su propio hogar de nueve disparos calibre 9 milímetros, previa tortura con disparos en las piernas y brazos.

Este “modus operandi” es típico de una ejecución sobre pedido realizada por profesionales, no por improvisados, generalmente policías o ex policías, militares o ex militares, familiarizados con el manejo de las armas, con conocimiento y experiencia en tortura.

Entendible que los ejecutores, frecuentemente actuando en pareja, torturaran al ex responsable del manejo del multimillonario presupuesto de la Secretaría de Salud y de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), probable involucrado en el escandaloso saqueo.

En este último sentido, hemos logrado establecer en fuentes vinculadas a la investigación del saqueo y del asesinato de Rafael Pérez Gavilán Escalante que presuntamente éste personalmente entregaba las maletas llenas de dinero en efectivo al operador financiero del saqueo.

Al no encontrar eco en el gobernador Gabino Cué a quien hizo la denuncia directa y personalmente sobre la corrupción en la Secretaría de Salud y los Servicios de Salud, Pérez Gavilán amenazó con convocar a una conferencia de prensa y denunciar el saqueo ante los medios de comunicación.

Todo parece indicar que ésta fue la razón por la que los saqueadores decidieron ejecutar y callar para siempre al ex Subdirector de Administración y Finanzas de Salud, toda vez que era innegable que Rafael contaba con las suficientes pruebas para probar sus dichos.

Un día antes de realizar la conferencia de prensa en cuestión y de hacer la denuncia documentada de la escandalosa corrupción en el sector salud, Rafael Pérez Gavilán Escalante fue ejecutado en su hogar en el Fraccionamiento Lomas de Sierra Juárez.

Era lógico y natural que le torturaran para obtener información sobre dónde estaban los documentos probatorios del saqueo que incriminaban más que al entonces Secretario de Salud y director de los Servicios de Salud de Oaxaca, Germán de Jesús Tenorio, probablemente a Jorge Enrique Castillo Díaz.

De ahí que conforme avanzan las investigaciones del saqueo y ejecución de Rafael Pérez Gavilán Escalante se fortalezca la probable responsabilidad intelectual del principal operador político-financiero del gobernador Gabino Cué con funciones de vicegobernador.

Seguramente mucho tendría que revelar al respeto el ex Secretario de Finanzas, Celso Enrique Arnaud Viñas, amigo-hermano de Rafael. Extraña e inexplicablemente hasta ahora el x funcionario preso en la Penitenciaría Central de Santa María Ixcotel se niega a contribuir a que se haga justicia en el asesinato de su amigo-hermano que en paz descanse.

Combatir el caos político y financiero, armado como bomba de tiempo por Gabino Cué Monteagudo contra Alejandro Murat Hinojosa, es muy fácil, simple y sencillo, si real y efectivamente hay voluntad política para hacerlo.

Basta que el Fiscal General del Estado, Rubén Vasconcelos Méndez, dé instrucciones precisas al Coordinador de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), Toño Yglesias Arreola, para que sus sabuesos sigan la hebra y desenreden la madeja.

Y para no dejar impune el escandaloso saqueo del dinero del pueblo, durante el desgobierno de Gabino Cué, nada mejor que volver a la premisa básica de las lecciones clásicas de la criminología y de la criminalística: hay que seguir la huella del dinero.

Por más que el ex secretario de Salud y ex director de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), Germán de Jesús Tenorio Vasconcelos, haya intentado desaparecer los expedientes del escandaloso saqueo multimillonario, no es posible conseguirlo.

Obligada y necesariamente deben haber copia de los expedientes en la Secretaría de Finanzas, en la Secretaría de Salud federal, en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, que autoriza los presupuestos estatales.

El gobierno de Alejandro Murat debe demandar la intervención de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), de la Procuraduría General de la República (PGR).

¿A quién benefició el crimen del ex Subdirector de Administración y Finanzas de la Secretaría de Salud y de los Servicios de Salud de Oaxaca, Rafael Pérez Gavilán Escalante? Es equivocado pensar y creer que los muertos no hablan.

Desde sus cenizas, el servidor público ejecutado para intentar callarle, hoy más que nunca, eleva su voz hasta convertirla en un grito estentóreo para denunciar a sus probables asesinos y, al mismo tiempo, para exigir justicia.

La hebra de la madeja no es otra que investigar quién identificó el cadáver, quién firmó el acta de defunción, a fin de establecer la identidad de quien ordenó y autorizó cremar el cuerpo de Rafael Pérez Gavilán para borrar huellas.

Éstas no eran otras que los nueve disparos de calibre 9 milímetros en el cadáver, especialmente en las piernas y los brazos para torturarle a grado tal, que al llegar a su domicilio y ver el cadáver en el pasillo uno de los investigadores exclamó que había mucha saña en el asesinato.

La maniobra de distracción y confusión que se pretendió crear con la cortina de humo al informarse que el ex Subdirector de Administración y Finanzas de la Secretaría de Salud y de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), Rafael Pérez Gavilán Escalante, había sufrido un infarto fortalece la hipótesis y el móvil para callarle.

No es nada difícil para los agentes estatales de investigación obtener dichos documentos en el Servicio Médico Forense (Semefo), dependiente del Instituto de Servicios Periciales de la propia Fiscalía General del Estado.

Asimismo, deben acudir al Registro Civil dependencias en las que sin mayor problema pueden obtener dichos documentos porque éstos son públicos y que, además, no pueden ser fácilmente eliminados, pero lo más importante es que son prueba plena en materia jurídica.

Por demás interesante sería confirmar la hipótesis que el cadáver del ex Subdirector de Administración y Finanzas de la Secretaría de Salud y de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), Rafael Pérez Gavilán Escalante, fue cremado rápidamente para borrar huellas.

Según logramos establecer en el marco de las investigaciones quien ordenó y autorizó la cremación del cuerpo del malogrado ex funcionario estatal, no fue su ex esposa ni mucho menos sus hijos, porque éstos viven fuera de la ciudad y estado de Oaxaca.

Estos últimos fueron los primeros y principales sorprendidos por la prisa para cremar el cadáver del ex ejecutivo de Banamex que manejó la cuenta del gobierno de Oaxaca, durante la administración de Diódoro Carrasco Altamirano.

alfredo_daguilar@hotmail.com director@revista-mujeres.com

@efektoaguila