Gisela, primera de su familia en concluir su educación básica, en Suchilquitongo

Santiago Suchilquitongo, Etla.- “Soy la única que terminó la primaria y secundaria, todos mis hermanos no estudiaron; unos se quedaron en primero y otros no fueron a la escuela”, expresa emocionada Gisela Iglesias López, originaria de esta población eteca.

Comenta que el haber concluido sus estudios básicos en el Instituto Estatal de Educación para Adultos (IEEA), fue un sueño que hizo realidad hace algunos meses y que ese fue sólo el comienzo de todo lo que quiere lograr.

Con 28 años de edad, sonriente plática que al igual que sus 11 hermanos, no pudo estudiar cuando era niña, ya que su papá falleció y todos tuvieron que trabajar.

Gisela nada más llegó a tercer grado de primaria y de ahí tuvo que abandonar la escuela y apoyar con los gastos familiares, desempeñando actividades como: lavar trastes, hacer limpieza, vender productos, entre otros trabajos que encontraba.

En una ocasión que fue al palacio municipal se enteró que en el IEEA jóvenes y adultos estudiaban en su tiempo libre y  de forma gratuita,  lo que le devolvió la esperanza de retomar sus estudios, además que su prima ya asistía a asesorías.

“Cuando mi prima me invitó, me dije, ya no quiero andar por ahí sufriendo casa por casa, quiero ser alguien en la vida y poder defenderme, le eché muchas ganas para terminar la primaria y luego la secundaria”, dice Iglesias López.

Recuerda que cuando no estudiaba, tuvo una patrona que la humillaba porque al momento de hacer los mandados, no le daban el cambio correctamente y se quedó desempleada, por lo que se propuso demostrar a todos que podía superarse.

Cuando concluyó la educación básica, su mamá fue la primera en felicitarla y dos de sus hermanos se inscribieron a estudiar la primaria, así como su esposo que sólo había cursado hasta segundo.

“Mi mamá se puso muy contenta, porque no creía que yo iba a terminar la secundaria, dos de mis hermanos se acaban de inscribir, mi esposo también está estudiando, como ellos trabajan todo el día, van a asesorías los sábados o domingos”.

Por las mañanas, Gisela elabora y vende tortillas, realiza las demás actividades del hogar y atiende a sus dos hijos; en la tarde que tiene tiempo disponible acude a asesorías y avanza en sus estudios.

Las matemáticas es lo que más rápido aprendió y ahora dice que ya nadie le hace trampas con el cambio, porque sabe sacar muy bien las cuentas. El tema de las adicciones también le gusta estudiarlo, porque así puede aconsejar a su familia y amigos para que no caigan en algún vicio.

Gisela Iglesias López tiene la ilusión de llegar a ser enfermera, por lo cual ya ingresó sus documentos para estudiar la preparatoria y posteriormente la licenciatura, con lo cual dará un ejemplo a su familia de que todo se puede cuando hay deseos de estudiar.