*De mil periodistas titulados en el país, sólo tres son de Oaxaca, indica Ángel Soriano
Aceptar la certificación en el periodismo demandó Ángel Soriano Carrasco, presidente del Club de Periodistas de Antequera, al anunciar que luego de la creación del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo el pasado 18 de agosto en Puebla, habrá una segunda convocatoria para titulación por lo cual desde ahora los interesados deben reunir testimonios de su trayectoria profesional y créditos académicos para presentarlos oportunamente ante la SEP.
Dijo que desde octubre del 2000 la SEP dio a conocer el Acuerdo Secretarial 286 en el que incluye el oficio de periodismo dentro de 69 perfiles de oficios que pueden obtener la certificación y pese a las facilidades para ello, en el caso de Oaxaca sólo se ha encontrado indiferencia y desdén lo que abona la imagen de rechazo hacia la certificación profesional, colocándonos al mismo nivel de algunos maestros que sustituyen la academia con la presión, el boicot, el plantón y el bloqueo intermitente para lograr sus fines.
No es posible, señaló en sesión informativa con socios del CPAC, que de una ciudad tan bella como Oaxaca de donde han surgido los hombres más brillantes que aportaron su talento a la construcción de nuestro país, se proyecte una imagen de destrucción de nuestra cultura; de sustitución del diálogo por la violencia, donde no se respeta la Ley y se impone la fuerza, como se observa cotidianamente en nuestro Centro Histórico considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Manifestó que en Oaxaca hay acreditados periodistas que sin ningún problema podrían obtener la titulación dado sus méritos profesionales y calidad moral en el ejercicio de la profesión, pero como ocurre en el gremio, muchos dicen que no requieren del título para ejercer el periodismo y su posición es respetable, pero habría que considerar el ejemplo de la maestra Arcelia Yáñiz que a casi sus 100 años de edad expresó su orgullo de recibir el título de licenciada en periodismo, lo mismo que el compañero Leandro Hernández Romero, ambos de conducta y trayectoria intachable.
La sociedad confía en los periodistas y éstos deben acreditar su actividad profesional para un desempeño ético y responsable, como ocurre actualmente, pero es necesario obtener la acreditación de nuestras autoridades educativas y cumplir con los requerimientos que marca la Ley, dado que vivimos en una sociedad regida por leyes y reglamentos que debemos acatar; y en ello debemos dar el ejemplo.
Ofreció todo el apoyo del Club de Periodistas de Antequera, A.C. para canalizar las solicitudes y documentación ante las instancias correspondientes dado que, aún cuando el trámite puede ser y es individual, contar con el apoyo de agrupaciones gremiales es fundamental.
Recalcó que la profesionalización de los periodistas es producto de una lucha de 18 años encabezada por el licenciado Teodoro Rentería Arróyave, actual presidente fundador del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo (CONALIPE), desde el Club Primera Plana de la ciudad de México y como dirigente de la Federación de Asociaciones de Periodistas de México (FAPERMEX).
Soriano Carrasco –titulado en noviembre de 2012- manifestó que de acuerdo al artículo 5 Constitucional y la nueva Ley de Profesiones, el CONALIPE es coadyuvante en la elaboración de los planes de estudio de periodismo en las universidades del país, y es el primero en su género a nivel nacional.
Respecto a uno de los señalamientos de los asistentes en el sentido de que para el ejercicio del periodismo no es necesaria la certificación, dijo que ésta no es obligatoria ni se presiona a nadie para que lo haga; son decisiones personales pero a nadie ofende que se haga o que la sociedad se sienta respaldada por auténticos profesionales en los medios de comunicación.
Los periodistas tenemos la confianza para ser intermediarios ante el Estado y no debemos sumarnos a las tácticas de lucha de quienes, por carecer de los instrumentos que nosotros debemos proporcionarles para que hagan llegar sus inconformidades, y hagamos lo mismo de lo que la sociedad está ya cansada: más bloqueos, más tomas de casetas y plantones.