Por Carolina Hernández
La cúpula perredista analiza la posibilidad de desaparecer los poderes en Guerrero, tras la falta de resultados en el caso de los estudiantes de Ayotzinapa. La caída de Ángel Aguirre es cuestión de tiempo. La lista de sucesores está sobre la mesa.
A Carlos Navarrete, líder nacional del PRD, no le bastan los cuatro años de Ángel Aguirre como militante de su partido para meter las manos al fuego por él.
Así lo dejó claro ayer durante la reunión en la que se puso sobre la mesa si el actual gobernador de Guerrero debe o no seguir en su cargo.
Cuando le preguntaron directamente si metía la manos al fuego por Aguirre, el líder perredista contestó:
“No las meto ni por usted”.
La caída de este Ángel está anunciada. Al parecer, su pasado priista lo descobija.
Navarrete fue claro y le dejó al mandatario la responsabilidad de evaluar su permanencia al frente del estado.
“Espero que el gobernador esté valorando y evaluando hora a hora y día a día la situación por la que atraviesa el Ejecutivo de Guerrero y que esté dispuesto a tomar decisiones pronto”, señaló.
Mientras Aguirre decide, en el Congreso ya inició el proceso para desaparecer los poderes en el estado.
En un hecho poco común en el país, los legisladores contemplan seriamente quitarle el poder de las manos al mandatario guerrerense.
De manera paralela, las negociaciones para el posible sustituto ya arrojan nombres.
Fuentes consultadas al interior del Senado señalan a Beatriz Mojica Morga como la primera en la lista.
La secretaría de Desarrollo Social en el estado es cercana a Aguirre y, al interior del partido, mantiene buena relación con Los Chuchos.
Mojica Morga fue nombrada por el propio gobernador como responsable de la Comisión en la atención integral de las víctimas en Iguala.
Sofío Ramírez es otro de los señalados. Pero el nombre del senador, perteneciente a la Izquierda Progresista de Guerrero (IPG), no solo aparece en la hoja de posibles sustitutos.
Ayer, una manta colgada en Chilpancingo lo señaló como narcosenador.
Otro de los propuestos era Luis Walton, identificado como cercano a Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, el actual alcalde de Acapulco pronto salió a decir que no gracias.
Y a pesar de sus abiertas aspiraciones para gobernar Guerrero, el senador, Armando Ríos Piter ni siquiera fue mencionado.
El PRD no la tiene sencilla.
Por un lado, busca responder a la demanda popular que exige certidumbre en el estado y que pide la destitución del gobierno. Por otro, tienen claro que las decisiones que tomen en las próximas horas están sujetas a las implicaciones que podrían tener para el partido, de cara a los comicios del próximo año en Guerrero