Cautiva a oaxaqueños y visitantes tradicional celebración del Día de la Candelaria

Centenares de personas provenientes de diversas partes de la capital y la República Mexicana disfrutaron de la tradicional festividad del Día de la Candelaria, organizado por el Municipio de Oaxaca de Juárez, a través de  la Secretaría de Turismo añuelito, como parte de su programa de rescate de las tradiciones.

 Pese al frio viento que se sentía en el centro histórico este lunes, los asistentes reunidos en el Jardín El Pañuleito, se sumaron a esta que es una de las más antiguas tradiciones, mezcla de costumbres prehispánicas y católicas que dan origen la vasta identidad cultural de los oaxaqueños.

 Teniendo como escenario el majestuoso templo de Santo Domingo de Guzmán, histriones de la compañía teatral Lola Bravo cautivaron a propios y extraños con la interpretación de una obra relativa a la advocación de la Virgen de la Candelaria.

 También se repartieron a los asistentes velas que fueron encendidas como representación religiosa de la luz que lleva hacia el buen camino y reaviva la fe en Dios y a la cual hace referencia la festividad.

 Luego, la Banda Infantil y Juvenil, Maestro Porfirio Avendaño maravilló a los asistentes con la ejecución de diversas piezas del folclor mexicano, tales como el vals Sobre las Olas, la balada Bésame Mucho y el tradicional himno de los oaxaqueños, Dios Nunca Muere.

 Por último, los asistentes pudieron disfrutar de tamales de mole, dulce, rajas y verde así como de un delicioso atole, representativos de la gastronomía oaxaqueña a nivel mundial.

 Día de la Candelaria

 Según la tradición, el dos de febrero se celebra la presentación del Niño Jesús ante el templo de Jerusalén, por lo que los fieles católicos acuden a realizar la presentación de sus figuras alusivas al niño ante las iglesias.

 Por otro lado, los tamales forman parte de la celebración ya que los antiguos indígenas también conmemoraban el dos de febrero, el primer día del año azteca en honor a dioses como Tláloc y Quetzalcóatl con ofrendas en las que siempre estuvieron presentes los tamales, cuyo ingrediente principal es le maíz, que tiene una gran importancia en la historia de los pueblos nativos.